lunes, 19 de abril de 2021

BLOQUE IV. NUTRISCORE, ¿NUTRIFIASCO?

¡IMPORTANTE! Los 4 bloques se entregan impresos y en mano (no por email), en el primer día de clase que tengáis la próxima semana: del 26 (lunes) al 30 de abril (viernes).

BLOQUE IV Alimentación Saludable (1ºBachillerato). 

Último bloque. Aunque las actividades están en un formato de tabla, podéis ponerlas cómo os resulte más cómodo (en vertical, fuera de tabla, etc.). 

Introducción. Nutriscore, ¿Nutrifiasco?

Posiblemente muchos de vosotros aún no sepa nada acerca de este logo, pero en este bloque vamos a tratar de explicar en qué consiste. Antes de nada, os planteo una pequeña reflexión o ejercicio mental: 

Imaginad un lineal del supermercado repleto de salsas de toma frito. Los hay de todos los tipos. Nos ponemos a contarlos y descubrimos que en un supermercado mediano hay hasta 8 tipos de salsa de tomate frito (receta artesana, receta tradicional, tomate frito a secas, tomate frito con aceite de oliva, tomate frito con cebolla, etc.). Cada uno con un precio diferente, desde el más barato hasta el más caro. En el etiquetado de estas salsas, vemos los ingredientes y la típica tabla de composición nutricional, pero no tenemos ninguna formación al respecto para saber cuál es el mejor calidad/precio o el más saludable o el que necesitaríamos sin más, sin atender a ningún criterio. ¿No parece muy sencillo tomar una buena elección, verdad? 

Esto mismo pasa con los miles de productos procesados que podemos encontrar en un supermercado. Pero además, piensa que la elección la realizas en el momento, no te paras a analizarlo porque no tienes tiempo y hay otras cosas en tu vida más importantes, ¿no es así? Además, aunque seas una persona con una buena formación en la materia, te puede resultar difícil saber o desentrañar qué alimento es el que debes elegir. No es sencillo y por otro lado, la información nutricional a veces está sesgada o no es tan clara como debiera. Si el consumidor no sabe cómo elegir un producto para saber si es bueno para su salud, tenemos un problema. El consumidor tiene derecho a la información. Bueno, pues con la intención de mejorar el actual sistema de "desinformación nutricional" y de tratar de reducir la obesidad con un mejor sistema de etiquetado (objetivos que salen de las voces de algunos políticos), nace NUTRISCORE en España (2019). Visualiza el siguiente video a modo de introducción Nutriscore ya en supermercados EROSKI (pincha aquí).

¿Suena bien verdad?

Volviendo un poco hacia detrás en el tiempo, debéis saber que España no es el único país que intenta modificar (pese a las reticencias de las empresas alimentarias) el modo en que se informa al consumidor a través del etiquetado. De este modo, otros países ya tienen sus propias estrategias. En este sentido Francia utiliza un sistema similar a Nutriscore en España y Chile por ejemplo aplica un sistema de información basado en unos "sellos". Las diferencias entre un sistema y otro son considerables como tratarás de averiguar en una de las cuestiones que te plantearé. Además, debéis saber que en la Unión Europea se planteó el uso de un semáforo nutricional común para todos los estados miembros, similar al que se usó un tiempo en Reino Unido. Después de fuertes presiones del lobby alimentario, la votación en la UE no salió hacia delante (si os interesa el tema, encontraréis la información al respecto en la web). 

Entonces, visto hasta aquí, ¿por qué no es útil NUTRISCORE para el consumidor? Os explico. Nutriscore es un algoritmo desarrollado por un equipo de prestigiosos científicos expertos en la materia que han trabajado durante años con colegas de otros países para su resolución. Este algoritmo, en función de determinados ingredientes del producto (unos tienen un peso positivo y otros negativo, cada uno en diferente grado) establecen una seriación (A, B, C, D, E) que cataloga el producto en más saludable (A) o menos saludable (E). A pesar de la buena voluntad de estos profesionales (y a saber qué más hay), el algoritmo ha dejado fuera de su fórmula las harinas refinadas. ¿Cómo es esto posible, si la Universidad de Harvard (entre otros) no recomienda su consumo y recomienda que tomemos harinas integrales? Además, el algoritmo es bastante condescendiente con otro ingrediente: el azúcar. Con todo, se dan resultados muy extraños, como por ejemplo que un tipo de galleta (= bollería industrial) tenga una valoración de C o incluso B. En las cuestiones os pondré más ejemplos. También se da el caso de alimentos que al compararlos tienen la misma letra pero se sabe que no son igual de sanos. Esto es posible porque para pasar de una letra a otra existe una numeración (imagina del 1 al 6) y es posible que un producto se quede a las puertas por arriba (tiene un 6) o por abajo (tiene un 1) de cambiar de letra (0 u 7) y en cambio se queda en la misma. Con los ejemplos que os pondré lo veréis muy claro.

Por otro lado, las empresas no tienen la obligatoriedad de aplicar este sistema en sus productos. Lo pueden hacer de forma voluntaria. Así, nos encontramos que pocas empresas de supermercados lo aplican.  EROSKI lo  ha implementado en los productos de su marca desde que surgió NUTRISCORE (hace más de un año) y actualmente, cada vez más marcas lo empiezan a utilizar. ¿Lo habéis visto ya en vuestro supermercado?

Finalmente, quiero dejar la reflexión totalmente personal, de que nutriscore es un nutrifiasco y que no va a servir ni para mejorar la salud de la población ni para informar mejor al consumidor. Se quedará en agua de borraja, aunque escuchéis en los medios de comunicación a investigadores o  políticos explicando todas sus bonanzas. ¿Lo comprobamos?

Bloque IV (están todos) (pincha para acceder a las actividades).

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